28/9/10

Copenhague y sus estatuas

Ya os conté ayer que la famosa Sirenita, distintivo de la capital danesa, está en la Expo de Shangai. Pero crea escuela, y callejeando por ahí nos encontramos con esta otra sirenita, muy mona ella.
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A la misma colección, expuesta en el patio interior de la Oficina Danesa del Arte, junto al Nyhavn, pertenecían otras estatuas de la misma catadura, como ésta que, a falta de nombre oficial, he bautizado como "San Sebastián".

Este otro edificio junto al Tívoli es otro de los museos que visitamos; la Ny Carlsberg Glyptotek, una colección de estatuas tanto clásicas como modernas iniciada por el segundo propietario de la famosa cervecera. Sin embargo la “gilipoteca” (como la llamaba mi hermano) no estaba allá muy lucida, y resultaba saturante la enorme cantidad de cabezas y más cabezas de estatuas grecorromanas, como un homenaje marmóreo a la Revolución Francesa...

La parte más agradable de la exposición era de hecho el jardín de invierno del patio central. En el centro del mismo estaba esta fuente, con una mujer amamantando a su numerosísima prole, surgida de las aguas de la misma.

Pero en Copenhague había sobre todo estatuas de bronce patinado de un estilo más tradicional, de reyes y demás calaña; y de algunas deidades clásicas como esta imponente Atenea, con su égida y su mochuelo, que flanqueaba uno de los accesos al gigantesco palacio de Christiansborg, actual sede del parlamento danés.
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Y sobre la mesa de la cafetería donde desayunamos el sábado, de repente y sin previo aviso, esta Visitación...


2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Entonces, lo de Atenea ¿es un mochuelo?

Antón Pérez dijo...

¿Me lo preguntas tú a mí? :-) No sé cuál es el término con el que los griegos clásicos designan al ave en cuestión; pero ten en cuenta que nombres como "búho", "lechuza" o "mochuelo" son vernáculos que según el pueblo se aplicarán a un ave u otra. En inglés por ejemplo, con llamarle a todo owl y ponerle un "apellido", se quedan tan anchos. De todas maneras, viendo las imágenes clásicas, a mí se me parece más a un mochuelo que a una lechuza. Al menos eso es lo que pensó Boie también al crear para él el género Athene...