12/9/11

Preludio de nubes

La previsión meteorológica que nos espera en Edimburgo es tan deprimente como previsible, de forma que este fin de semana tenía la esperanza de, además de ver a gente, llenar los depósitos de sol hasta que no cupiese nada más.


Dado que esta era la "vista" de Santiago que había desde lo alto del Pedroso, os podréis imaginar que me traje los depósitos más vacíos de lo que los llevé... pero bueno; por lo demás la visita ciertamente ha compensado. En Lavacolla a medio día me estaba esperando Raúl, antiguo compañero de carrera y de colegio mayor en Santiago. Después de comer subimos en su tartana un buen trecho del monte, para después continuar a pie hasta la cruz de la cima. A los lados del camino, entre la niebla, los primeros erizos de la temporada caían con un golpe ahogado sobre el lecho de hojas. Un par de cigarros de exfumador no practicante, muchas confidencias y vuelta a la ciudad. Al tren, y en media hora larga en Coruña. JaviR esperando. Más charla durante y después de la cena, mientras fuera, a alguna hora de la madrugada, comenzaba a llover con ganas....
El sábado bajé por fin a Ourense, enlazando trenes de nuevo en Santiago. Como a través de mis hermanas mi madre ya se había ido enterando de mis viajes no hubo mucha bronca al llegar a casa un día más tarde de lo que esperaban... Hermanas y padres, tía y sobrina; 24 horas más y otra vez al tren, camino de Madrid. Y Chamartín, sin peregrinos, un tanto desangelada.
Y dos días antes de despegar de nuevo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caray, la verdad es que no me extraña que deapues sepas todo lo que sabes. :)
Muy extranjero no es lo mío pero si es algo más lejano de lo habitual y quien sabe si el comienzo de varios...
Siento que no nos hayamos dspedido...Algo chapuza el asunto por mi parte pero al menos nos hemos visto y tendras que devolverme Life que me haa despertado mucho el instinto.documental.jaja
Animo en la.vuelta
Fjp