15/11/11

Musselburgh: fotos de Jaime

Gracias a la diligencia de este chico, como os prometí ayer puedo ahora subir unas cuantas fotos suyas, donde se notan demasiado bien las diferencias de aparato, pulso y mimo de cada uno...

Nos llamó mucho la atención la cantidad de carritos de la compra varados en la costa: ocho en la foto, asomando más o menos del agua; y muchos más que había... No se nos ocurre otra explicación que la de que periódicamente alguna riada catastrófica barre el cercano parking del LIDL que vimos desde el autobús... pobres, ni con la venta de plátanos deben de ganar para repuestos.
Empecemos ya a dejar que se luzca Jaime: una gaviota reidora Larus ridibundus, inmortalizada ya para siempre en pleno vuelo. Un detalle curioso: en inglés la gaviota cabecinegra se llama, atendiendo al plumaje de verano, black-headed gull; a pesar de que la cabeza no la tengan de color negro, sino más bien chocolate. La gaviota cabecinegra Larus melanocephalus (a la que aquí llaman Mediterranean gull) sí la tiene negra-negra; pero claro, en Gran Bretaña es una especie muchísimo más escasa que la otra... el domingo vimos una también, por cierto.


Creo que fue en alguno de los libros de Durrell en los que vi al ostrero euroasiático Haematopus ostralegus metafóricamente descrito como “un clérigo con nariz de payaso”; no me acuerdo muy bien. Este es un joven del año, con el pico de punta oscura y comparativamente algo corto. En verano pierden el “alzacuellos” blanco, pero pico y patas se vuelven de un color rojizo mucho más intenso.


Más ostreros, en vuelo ahora. Pocas especies habrá tan fáciles de identificar... por no hablar de la bulla que montan de continuo. En España, donde es frecuente en invierno, crían también algunas parejas, en islotes rocosos de la costa cantábrica.

Más limícolas: un precioso zarapito real Numenius arquata. Con los cambios de marea las aves se mueven entre las zonas de alimentación y las de reposo, de forma que estando en el mismo sitio uno puede tanto hincharse a ver bichos como volverse de vacío... no sé si el domingo tuvimos mejor o peor fortuna, pero a ver si la próxima vez nos coincide ver las aves buceadoras más cerca de la orilla.

Una curiosidad: no es extremadamente raro encontrarse cornejas negras Corvus corone que, como la de la foto, tienen el centro de las rémiges de color blanco. Esto, que he visto también en algunas cornejas cenicientas Corvus cornix, aparentemente no se debe a factores genéticos, sino a deficiencias nutricionales durante el crecimiento de las plumas.

Una aguja colipinta Limosa lapponica, adorable, en una imagen que parece hecha en blanco y negro...

Un par de hembras de porrón osculado Bucephala clangula, un pato común por estas latitudes que en invierno apenas se deja caer por la Península. ¿Adivináis por qué en inglés se llama goldeneye?

Y este soy yo, en blanco y negro de verdad, que mejoro bastante... así de guapo me ven pues los animales nocturnos :-)

No hay comentarios: