22/10/13

ABA

Análisis de la Biodiversidad Animal: ésa era la asignatura de la excursión del pasado sábado, durante la que tristemente no vimos ningún águila imperial. ABA, para los amigos; que en el Grado en Biología les gustan mucho los acrónimos. La verdad es que ni vimos águilas ni vimos tampoco muchas cosas, pues tras una semana de lo más apacible, el finde se puso bastante nublado y lluvioso.

 Un tiempo muy similar por otra parte al de la primera (y única) vez que había estado por la zona, el día en que celebramos en marzo el cumple de Vero. Fuimos con los alumnos por la misma vía verde (antiguo tramo del ferrocarril reconvertido) que aquella vez, junto al Alberche, sólo que iniciando el recorrido por el otro lado: en vez de empezar a caminar desde la presa de Picadas, empezamos desde la cola del embalse, con la presa del de San Juan a la vista.
La idea de estas prácticas de campo es que los alumnos aprendan in situ diversas técnicas de las que se emplean para elaborar inventarios faunísticos. Y lo de las estaciones de escucha de aves sí pudimos practicarlo bien, pero el muestreo de invertebrados se vio algo frustrado por la falta de los mismos, a los que no parecía animar el día gris y húmedo... de modo que acabamos muestreando siguiendo la misma técnica que todos sabíamos desde pequeños: levantando piedras :-)

Y levantando piedras apareció por ejemplo este bonito bicho, un (creo) Carabus lusitanicus; rodeado de pezados de sus presas de las noches anteriores.

 Ante la perspectiva de acabar sus días entre las mandíbulas del de arriba, no es de extrañar que estos pacíficos tenebriónidos se agolpasen por decenas bajo la misma piedra, en lo que constituye la técnica de defensa más antigua y extendida: agruparse y, si le ha de tocar a alguno, malo será que me toque a mí...

 Compartiendo piedra con los de arriba, una cría de salamanquesa, con unos ojazos dorados arrebatadores. La pongo porque no es muy habitual lo de encontrase salamanquesas por el monte, lejos de ls casas, la verdad.

La mañana en San Martín de Valdeiglesias se nos dio, en resumen, suficientemente bien. Y de allí nos fuimos a una finca de ganado vacuno (¡ay...!) en La Herrería, junto a San Lorenzo del Escorial... y se fue todo a la mierda.

¡No, perdón! ¡Nosotros nos fuimos a la mierda! :-p A escarbar en ella, en concreto, buscando escarabajos coprófagos, que son el campo de especialización de Paco, el profe de la imagen. Y la verdad es que fue el mejor momento del día, y los alumnos se lo pasaron muy bien: acercándonos poco a poco a las bostas (pues estos bichos tienen sensores de vibraciones muy finos, y se entierran en cuanto se huelen algo raro) para, de repente, saltar encima de ellas y darles la vuelta corriendo, para sacar escarabajos gordotes que brillan como si fueran de metal... La verdad, me quedé con ganas de repetir pronto, jeje. No; si al final va a resultar que los de bota sí somos un poco...

6 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Las cuatro primeras fotos no se ven

Antón Pérez dijo...

¿¿Siguen sin verse?? Yo las veo :-(

Ángel Ruiz dijo...

Ahora sí (las veo).

Antón Pérez dijo...

Bien, bien; espero que además te gusten.

Sonia dijo...

Yo a los tenebriónidos esos siempre los he llamado "Escarabajos tontitos de Chan" y siempre me han encantado desde que los vi por primera vez en Enciso, tan inofensivos y caminando tan torpemente: :-)

Antón Pérez dijo...

Sí son torpes la mayoría, jaja, ¡pobres...! Menos mal que tienen alguien que se apiade de ellos ;-)