25/10/13

Reformas internas

Aprovechando la relativa (e impuesta, más bien) tranquilidad post-tesis, me dedico estos días también a las reformas largamente descuidadas: a las personales, en concreto. Dentista, por ejemplo; u otorrino esta mañana, para gran alegría de muchos de vosotros, aunque sé que echaréis de menos las risas que os echáis cada vez que entiendo mal una palabra o pongo las manos en las orejas a modo de trompetilla... a ver qué me dice. La verdad me gustaría experimentar una sensación igual que la primera vez que me puse las gafas: que me quite, no sé, unos tapones de cera; y descubrir todo un mundo de sonidos olvidados alrededor... ¡incluyendo a poder ser muchas rarezas, que es la época, y llevo días trabajándome de vez en cuando el reclamo del mosquitero bilistado! A ver qué me dice pues... a ver si lo oigo, jaja.

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