31/12/15

Tempête

 Me acerqué ayer a ver a Raúl; prácticamente en las mismas fechas que el año pasado, pero afrontando una meteorología radicalmente distinta... Había temporal, con rachas de viento de 100 Km/h y olas de 6-8 metros: demasiado pues no sólo para el Patarroxa I, que se quedó tranquilamente amarrado en su enganche, sino para prácticamente toda la flota pesquera de bajura. Así, los pesqueros cabeceaban con aire innegablemente triste en el puerto de Portonovo... y también cabeceábamos nosotros, negando, al ver que ningún álcido había buscado refugio en aguas del puerto, para alegrarnos el inicio de una mañana de paseo por la costa.

 Paramos luego un buen rato junto a la ermita de A Lanzada, para hacer el tonto con el viento y sacar fotos del mar...

 ... y para buscar algún colimbo, o alguna otra ave marina, que se hubiese refugiado bahía adentro. Pero estando el mar tan rizado, imposible ver nada. De todas formas, el rédito que no le estábamos sacando al día en lo natural, se lo estábamos sacando en lo paisajístico. Observar la tempestad desde tierra tiene un punto dramático, que se disfruta tanto más como que es un poco falsete: es como ir en montaña rusa o ver una película de miedo, ese placer del terror a un desenlace fatal que, en el fondo, sabemos que no se va a producir.

Al otro lado del istmo de O Grove, el intermareal sí estaba lleno de bichos, aunque demasiado lejos como para disfrutar mucho de ellos por los prismáticos. De todas maneras espátulas, silbones, zarapitos, gaviones, ostreros o correlimos; todos ayudaron un poco a animar la mañana. Mañana que comenzó a torcerse un poco más cuando, al viento implacable, se le unió también la lluvia, cada vez más fuerte. Echamos otro buen rato a cubierto en el Museo de la Salazón, un lugar muy bien montado, creo que alegrándole la mañana al chico que estaba allí, que se le notaba en las ganas que tenía de hablar y de enseñárnoslo todo que no había sido la de ayer una jornada animada en exceso...

Y vuelta a Marín, comer y despedida. Y hasta el año que viene, esperemos que pronto. Que siempre gusta más visitar a los amigos, si viven en lugares tan bonitos. Pero ya sabéis todos, viváis en lugares bonitos o feos, que ha sido un placer compartir un año más con vosotros :-) Os espero por aquí el año que viene, si Dios quiere.

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