12/1/16

Cruda realidad

¡Hola, abandonados lectores! En mi última entrada acabo de darme cuenta de que no os dije que realmente pensaba acabar las vacaciones de Navidad fuera de Madrid y en la costa: en el cabo de Gata en concreto. Y no vimos camachuelos trompeteros, que era el objetivo destacado del viaje, pero sí nos quedamos contentos con la dosis de sol y de ambiente desértico y florido ya casi primaveral... lo que hizo mucho más dura la vuelta ayer a la lluvia, al frío, y sobre todo al frío de una facultad que llevaba casi un mes cerrada. Pero hay mucho laboratorio por delante que sacar y largas son las horas que allí me esperan, qué le vamos a hacer... en cuanto pueda os hablo de lo que hicimos por el sur, que me servirá a mi también para escaparme un poquillo otra vez.

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